Considerada la foto icono del gran fraude que el mundo “desarrollado” ya no puede ocultar más.
El 50% de la población mundial vive en la pobreza. Y el 2.5 % de la población planetaria posee más del 50% de la riqueza mundial.
Pese a tanta pobreza, el mundo debe endeudarse para cubrir todos sus gastos. Y el monto de esa deuda, con el coronavirus, ya sobrepasó el dinero que el mundo “gana” en un año.
En otras palabras, si ud. vive con un sueldo de $100 al mes, al comenzar el 2021 ya estaría endeudado en $1.200. Y si ud. bajara sus gastos mensuales a $90, requeriría 10 años para pagar la deuda, sin considerar los intereses ni nuevas deudas.
Y dado que los únicos países que pueden ahorrar son los de altos ingresos (desarrollados), si ellos ahorraran un 5% de sus gastos, llevarían al mundo globalizado a una Gran Depresión Económica, por lo que tampoco es una solución viable.
Todo esto significa que estamos en una tormenta económica perfecta, y es muy poco probable que se disipe en pocos años.
¿Qué pasará? Nadie lo sabe.
Pero creo que es importante que estemos pendiente a lo que viene. Son aguas no navegadas. Todo es nuevo y estaremos aprendiendo sobre la marcha.
¿Será esta la gran crisis de la historia de la humanidad?
Todo da a pensar que ya lo es.
¿Que significa eso?
Significa que no hay registros estadísticos de algo similar en la historia pasada. Por tanto, ningún escenario se puede descartar.
No es mi intención generar ansiedad o pánico. Pero sí es importante estar atentos, ayudarnos y caminar juntos.
Quizás hoy más que nunca, el pueblo cristiano mundial pueda unirse en una gran vocación hacia el prójimo. Ya hoy son sobre 4 mil millones de personas en la pobreza.
Como personas comunes y corrientes es poco quizás lo que podamos hacer.
Pero bueno, ¿no se supone que creemos en milagros?
“Es tiempo de proteger la salud, ayudar al prójimo y no perder la esperanza” (Martín Lutero).
Ingeniero y Teólogo, superviviente de cáncer. Pensador del evangelio y peregrino hacia la trascendencia de Cristo.