El misterioso Melquisedec Henóquico y Qumránico (para dummies)

En este artículo me interesa divulgar algunas notas sobre el desarrollo de la tradición profético-mesiánica sobre Melquisedec. Si se desea profundizar más, remito a las entradas en diccionarios bíblicos y teológicos. En ellos se puede hallar fácilmente indicaciones sobre la bibliografía especializada.1

Aquellos familiarizados con las publicaciones científicas sobre el tema seguramente encontrarán aburrida la información que se ofrece aquí. A ellos pido su indulgencia, si persisten en la lectura de este artículo. De todas formas, al final ofrezco unas conclusiones que creo encontrarán sugestivas; así sea para criticarlas.

Este artículo está escrito pensando en aquellos lectores, familiarizados con las historias y personajes bíblicos que sienten interés por develar enigmas de personajes oscuros y misteriosos, como Melquisedec o como Henoc.2

El gran desconocido

Aunque la etimología de su nombre es muy conocida, del heb. malkī-ṣedeq = “el rey de justicia”, o “[el dios de] Salem es rey”; incluso “[el dios] Melek es justo”,3 su figura resulta enigmática y, por lo mismo, ha llamado entorno suyo atención y curiosidad. Su aparición en la biblia hebrea es tan escasa como en la literatura cristiana y judías primitivas. Melquisedec aparece 10 veces en ambos cánones escriturísticos: Gen 14,18; Sal 110,4; Heb 5,6.10; 6,20; 7,1.10.11.15.17.

En toda la literatura bíblica, así como del judaísmo del segundo templo y del cristianismo primitivo, la reflexión en torno a este enigmático personaje se desarrolló en dos grandes vertientes: una en la cual prevalece su figura real, y otra en la cual se resalta su carácter sacerdotal. En el NT, sólo Heb 5-7 utiliza la figura de Melquisedec, desarrollando su carácter sacerdotal, pero sin olvidar su investidura real. En la literatura apocalíptica judía se desarrolla la reflexión sobre su sacerdocio eterno cuasi-angélico; mientras que en Qumrán se unen creativamente tanto los temas reales-mesiánicos como sacerdotales de Melquisedec.

Dada la escasa y confusa referencia sobre Melquisedec en la biblia hebrea, en especial el uso que del Sal 110,1-4 hace el NT, considero oportuno analizar brevemente el desarrollo de dicha doble tradición sobre Melquisedec en la literatura que circunda e influencia los libros bíblicos. En este caso especial, a La Carta a los Hebreos.

Melquisedec en la tradición qumránica

Las escasas referencias que en la biblia hebrea se hacen sobre Melquisedec estimularon la reflexión sobre su figura en los ambientes místicos del judaísmo apocalíptico. En Qumrán percibimos tal reflexión desarrollada al nivel de tradición mesiánica en torno a la figura de Melquisedec profeta-rey.4

Esta tradición sobre Melquisedec como figura regia aparece en Qumrán, en un pasaje del peṣer de la cueva 11,5 en un fragmento que contiene dos columnas (11Q13 II-III, 11QMelquisedec), que resulta muy interesante, no sólo por la presencia de la tradición de Melquisedec, sino por el uso paulino y sinóptico de textos veterotestamentarios a favor de la prueba escriturística sobre el mesianismo de Jesús.6 En 11QMelquisedec encontramos una interpretación mesiánica de Is 52,7; 61,1.29, en la cual se interpreta al “pregonero” (o heraldo) isaiano como mešiah ruah. Melquisedec es identificado como este heraldo,7 cuya función escatológica en el texto esenio bien puede ser interpretada en sentido profético (así Alex P. Jassen),8 o en sentido de mesías regio (así John J. Collins y Joseph A. Fitzmyer),9 incluso como un mesías celestial (Florentino García Martínez)10:

11Q13 II (DSSSE 1206):11

1 […] tu Dios … […] 2 […] y lo que dice: “en este año de jubileo [volveréis cada uno a la propiedad respectiva”, como está escrito: “esta es] 3 la manera (de hacer) [la remisión: todo acreedor hará remisión de lo que hubiere prestado [a su prójimo. No apremiará a su prójimo ni a su hermano cuando se haya proclamado] la remisión 4 para Dios”. [Su inter]pretación para los últimos días se refiere a los cautivos, de los que se dice: “para proclamar a los cautivos la liberación”. Y hará prisioneros 5 a sus rebeldes […] y de la heredad de Melquisedec, pues […] y ellos son la here[dad de Melqui]sedec, que 6 les hará retornar a ellos. Él proclamará para ellos la liberación para liberarlos de [la deuda] de todas sus iniquidades.

Otro aspecto del texto que se precisa anotar es la presentación de Melquisedec como figura expiatoria. Esto aparece más adelante en la misma columna anterior:

Y esto suce[derá] 7 en la semana primera del jubileo que sigue a los nue[ve] jubileos. Y el día [de las expiacio]nes es el final del jubileo décimo 8 en el que se expiará por todos los hijos de [Dios] y por los hombres del lote de Melquisedec, para exal[tar en el pro]ceso a los santos de Dios por el dominio del juicio, como está escrito 10 sobre él en los cánticos de David que dice: “ ’Elohim se yergue en la asam[blea de Dios], en medio de los dioses juzga”.

Más adelante, siempre en el mismo texto, tanto el motivo de la aplicación a Melquisedec del peṣer sobre Is 52,7 y 61,9, como la adjudicación de la función escatológica vindicaría y expiatoria son nuevamente aplicados a Melquisedec, pero esta vez uniéndose:

13 Melquisedec ejecutará la venganza de los juicios de Dios [en ese día, y ellos serán librados de las manos] de Belial y de las manos de todos los es[píritus de su lote] 14 En su ayuda (vendrán) todos “los dioses de [justicia”; él] es qui[en prevalecerá en ese día sobre] todos los hijos de Dios, y él pre[sidirá la asamblea] 15 esta. Éste es el día de [la paz del que] habló [Dios de antiguo por las palabras de Isa]ías el profeta, que dijo: “Qué] bellos son 16 sobre los montes los pies del pregonero que anuncia la paz, del pre[gonero del bien que anuncia la salvación,] diciendo a Sión. “tu Dios reina”. 17 Su interpretación: los montes son los profe[tas…] 18 y el pregonero es [el un]gido del espíritu del que habló Daniel… y el pregonero del] 19 bien que anuncia la salva[ción es aquel de que está escrito que [él enviará “para consolar a los afligidos, para vigilar sobre los afligidos de Sión”.]12

Por otro lado, considero que en el texto esenio se dan ambas interpretaciones de la figura de Melquisedec: tanto profeta escatológico como mesías. Este uso plurivalente de pasajes como los de Isaías, nos ayuda a entender el uso que de dicho pasajes se da en varios pasajes del NT, una veces en sentido profético general, como en Rom 10,15, donde Pablo aplica el pasaje de Isa 52,7 a los predicadores itinerantes, y otras veces en el sentido mesiánico exclusivo que 11Q13 adjudica a Melquisedec, como en Lc 4,18, donde Lucas aplica directamente a Jesús la figura y la función del heraldo de Is 61,1.

Rom 10,15 (BJ, 4 ed.):13

¿Y cómo van a predicar si no son enviados? Como dice la Escritura: “¡qué hermosos son los pies de los que anuncian el bien!”.

Lc 4,17-19:

17 Y le entregaron el volumen del profeta Isaías. Desenrolló el volumen y halló el pasaje donde estaba escrito: 18 “el Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación de los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos 19 y proclamar un año de gracia del Señor.”

Asimismo, la figura vindicadora y su función forense de Melquisedec, que proviene de Dn 7 con la figura del “hijo de hombre”, citado pero no explicitado en el texto esenio, en el cual está el juicio, nos ayuda a entender el desarrollo de la cristología joánica en el contexto del pensamiento judío de los círculos escatológicos.14 En especial, el pasaje de Jn 10,34, en el cual se cita el Sal 82,6, citado en 11Q13,10:

Sal 82,6:

Yo había dicho: “vosotros sois dioses (hebreo: ’ĕlôhîmattem; griego [81,6]: theoi este), todos vosotros, hijos del Altísimo”.

Jn 10,34:

Jesús les respondió: “¿No está escrito en vuestra Ley: Yo he dicho: dioses sois? (griego: theoi este)”.

11Q13 II,10 (DSSSE 1206):

Sobre él en los cánticos de David que dice: “’Elohim se yergue en la asam[blea de Dios], en medio de los dioses (hebreo: ’ĕlôhîm) juzga”.

Tanto en Juan, como en 11QMelquisedec y en el Salmo 82 se denominan a los ángeles como “dioses” (’ĕlôhîm/ theoi). Esta forma de hablar es conocida también en los escritos de Henoc, en los cuales los ángeles de Dios son llamados nephilim.

La tradición de Melquisedec en el ciclo de Henoc

No resulta extraño notar que Melquisedec se fue percibiendo poco a poco en la literatura judía del segundo templo como una figura angélica. Esta forma de percibir la figura y función de Melquisedec, no sólo nos acerca más al lenguaje y la teología de Heb 5-7, donde aparece Melquisedec 8 de las 10 veces que su nombre se hace presente en toda la Biblia, sino que también nos familiariza con el lenguaje y la teología del Henoc eslavo.

En 1 Henoc 23 (o Henoc eslavo) se nos cuenta la historia de Nir, hermano de Noé, y Sopanima su mujer, que tienen un hijo, Melquisedec, cuyo nacimiento no sólo recuerda al de Isaac, sino también, según Heb 7,3 al de Jesús.

1Hen 23, 19-25 (AAT 4, 199):15

19 Colocaron, pues, a Sopanima en un lecho, le pusieron una mortaja negra y la encerraron en casa, (dejándola) lista para el entierro; (luego) excavaron una tumba en secreto. 20 En aquel momento salió a luz un niño del cadáver de Sopanima, quedándose sentado sobre el lecho a su derecha. 21Y cuando entraron Noé y Nir con intención de enterrar a Sopanima, se encontraron con el niño que estaba sentado junto al cadáver de su madre y limpiaba su vestido. 22 Se quedaron estupefactos Noé y Nir, (presa) de un gran temor, pues el niño —que daba la sensación de tener unos tres años— tenía un cuerpo perfecto y hablaba por su propia boca, bendiciendo al Señor. 23 Noé y Nir le contemplaron atentamente (y observaron) que había un sello sacerdotal sobre su pecho y que tenía un aspecto glorioso. 24 Y exclamaron: —He aquí que Dios renueva la sangre sacerdotal después de nosotros según su beneplácito. 25 Se dieron prisa Noé y Nir y lavaron al niño, poniéndole las vestiduras sacerdotales, ofreciéndole el pan santo —(que) él comió— ay dándole por nombre Melquisedec.

Con gran probabilidad, este pasaje, que está muy relacionado con 1Hen 106,1-7, adaptada en la figura de Melquisedec la tradición del nacimiento de Noé, quien es presentado como un gigante (nephilim).16 En este texto arriba citado se desarrolla la otra vertiente de la tradición sobre Melquisedec: su función sacerdotal. El relato necrológico sobre el niño Melquisedec, milagrosamente crecido de 3 años, que prepara a su madre, expresa su función sacerdotal: preparar a su madre muerta para su sepultura. El dato del “pan santo” y la bendición, tomado de Gen 14,18, y que los padres de la Iglesia entendieron como prefiguración de Cristo ofreciendo el pan y el vino eucarístico,17 expresan con mayor fuerza la caracterización de Melquisedec como Sumo Sacerdote angelical. Más adelante en el mismo texto se explicita la función sacerdotal de Melquisedec y su jerarquía celestial:

1Hen 23, 31-37:

31 Durante los días de Nir comenzaron a multiplicarse las grandes iniquidades sobre la tierra, 32 (por lo que) Nir fue presa de una gran aflicción —sobre todo por causa del niño— y exclamó: —¡Ay de mí, Señor eterno! En mis días han comenzado a multiplicarse todas las iniquidades sobre la tierra, y entiendo que nuestro fin está próximo, y más aún el de toda la tierra a causa de las iniquidades de los hombres. 33 Ahora, pues, Señor, (dime) qué visión tienes deparada a este niño, cuál va a ser su suerte y qué he de hacer con él, no sea que vaya también él a precipitarse en la perdición juntamente con nosotros. 34 Escuchó el Señor a Nir y se le apareció en una visión nocturna, diciéndole: 35 —No puedo aguantar ya más las grandes iniquidades que se han perpetrado en la tierra; (por ello) voy a enviar ahora una gran catástrofe sobre ella y quedará destruido todo su entramado. 36 Por el muchacho no te preocupes, Nir, pues dentro de poco voy a enviar a mi archiestratega Miguel, quien se hará cargo del niño y lo colocará en el jardín del Edén, en el paraíso, donde Adán pasó anteriormente siete años, teniendo siempre los cielos abiertos hasta que pecó. 37 Este muchacho no correrá la suerte de los que perezcan en esta generación, pues yo (lo) he designado para que sea sacerdote de los sacerdotes eternamente, Melquisedec, y le constituiré como cabeza de todos los sacerdotes que han existido hasta ahora.

1Hen 23,37 es un texto muy claro y diciente sobre el sacerdocio eterno y supremo de Melquisedec:

Pues yo (lo) he designado para que sea sacerdote de los sacerdotes eternamente, Melquisedec, y le constituiré como cabeza de todos los sacerdotes que han existido hasta ahora.

Asimismo, este texto ofrece una descripción clara sobre la naturaleza angélica de Melquisedec (1Hen 23,3):

Noé y Nir le contemplaron atentamente (y observaron) que había un sello sacerdotal sobre su pecho y que tenía un aspecto glorioso.

Estos dos aspectos, en especial el último, son esenciales ambos en la descripción que Heb 7,3 ofrece de Melquisedec y que no se deducen ambos directa ni claramente sólo de la cita del LXX Sal 109,4 (110,4).

Algunas conclusiones

Dado el escaso desarrollo de la tradición de Melquisedec en el AT, resulta extraño para el lector contemporáneo de la Carta a los Hebreos percibir el desarrollo de su figura en una de talla celestial, con grandes investiduras sacerdotales. Incluso si se lee el Sal 110,4, es difícil entender la categoría de Melquisedec como sacerdote supremo celestial, si no se tienen en cuenta las descripciones que la tradición apocalíptica desarrolló en torno suyo, testimoniadas en 11QMelquisedec y 1Hen 23.

Por esta razón, considero que el autor de la Carta a los Hebreos probablemente estaría familiarizado con dichos textos o, al menos, con sus tradiciones. Esta apreciación se hace más perentoria cuanto se nota que el autor de Hebreos comienza a dirigir su reflexión desde la tradición de Melquisedec no sólo desde 6,20, sino ya desde 1,3, donde cita en medio de una polémica sobre la naturaleza divina y pre-existente de Cristo el Sal 110,1, un Salmo que nunca es citado en dichos materiales polémicos (i.e. en medio de himnos cristológicos o pasajes que reflexionan sobre la pre-existencia de Cristo).

El Sal 110,1 es utilizado por los autores del NT (en Mc 12,36; Lc 20,42; Hch 2,34; Heb 1,13) para explicar que el mesianismo de Jesús no es Davídico ¿tal vez por la polémica y dificultad de rastrear y probar los orígenes davídicos de Cristo? Mientras que el v. 4 del mismo Salmo es utilizado sólo Heb 5-7. Surge una pregunta: ¿Cuál será la razón de tan peculiar uso del Salmo en la tradición? Si se hace una lectura cristológica completa al Sal 110,1-4 se podría notar como el argumento probado con el v. 1 del Salmo (el mesianismo no davídico de Jesús, pero superior) se refuerza y comprueba en el v. 4. En el judaísmo de la época de Jesús, Melquisedec era considerado como una figura profético-mesiánica cuasi-angélica, investido con el poder de juicio divino (como el hijo del hombre de Dn 7,14).

Tras esta aproximación preliminar a los textos cristianos y judíos que desarrollan la tradición sobre Melquisedec, quedan varias tareas futuras:

  1. Si se pudiera confirmar que la primitiva comunidad entendía el Sal 110,1 en el contexto de la tradición de Melquisedec, se tendría una base para comprender mejor el mesianismo y la cristología que propone el autor de Hebreos, ya que los caps. 5-7, donde utiliza ampliamente la tradición sobre Melquisedec, son preparación para los caps. 8-9: epicentro de su cristología de expiación, superior a la davídico-mesiánica.
  2. También sería muy valioso explorar la posibilidad de confirmar la lectura mesiánica desde la tradición de Melquisedec del Sal 110,1.4 en el proyecto y la “autoconsciencia” de Jesús mismo ¿el Jesús histórico habló sobre sí mismo, interpretando el Sal 110,1.4 desde la tradición de Melquisedec? ¿hablaría el Jesús histórico de sí mismo como mesías-sacerdote de la orden de Melquisedec? Si se pudiera confirmar esta lectura, tendríamos un punto de encuentro de las diversas cristologías del NT: la joánica con su Cristo-logos pre-existente, Hijo de Dios, superior a los ángeles, portador del juicio; la sinóptica del Jesús profeta escatológico al estilo del pregonero de Is 52,7; 61,1, portador del juicio y atributos divinos al estilo del hijo del hombre de Dn 7,14, mesías davídico.
  3. Sería muy valioso estudiar el uso que los cristianos primitivos le dieron al Sal 110,1.4 en el contexto de su uso en el judaísmo del segundo templo.
Plate 579, fragmento 2
(esta es sólo una parte de PAM 43.979, 44.117).

Si se quiere mirar con más detalle los 45 fragmentos que componen 11QMelquisedec, se pueden encontrar la publicación de las fotos originales en: https://www.deadseascrolls.org.il/explore-the-archive/manuscript/11Q13-1

Papá de Immanuel y Tobías, esposo de Biviana, católico y teólogo. Profesor en dos universidades y miembro de varios grupos de investigación.

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