red and white abstract painting

Atajos al leer la Biblia – Fragmento 2

  1. Atajos al leer la Biblia – Fragmento 1
  2. Atajos al leer la Biblia – Fragmento 2

Esta es la traducción de un fragmento del libro “The Blue Parakeet: Rethinking How You Read The Bible“, de Scott McKnight. Se publica este extracto con autorización del autor.


ATAJO 4: Juntando las piezas para trazar el mapa de la mente de Dios

Para algunas personas la Biblia es como un gran rompecabezas. Una vez que tienen el rompecabezas resuelto, ya no es necesario trabajar con las piezas. El atajo consiste en que una vez que se ha gastado la energía para resolver el rompecabezas, el trabajo está hecho – una vez para siempre. Estas personas saben lo que dice la Biblia antes de que la abran porque ya la han descifrado.

Los que usan este atajo pertenecen a lo que yo llamo la Sociedad de la Biblia Plana. Trabajan en una habitación plana, y han esparcido por toda la habitación estas piezas de rompecabezas al azar con información de la Biblia. Si tu coges primero la pieza correcta y poco a poco te abres camino a través de cada versículo (las piezas del rompecabezas) de toda la Biblia, al final conseguirás que las piezas del rompecabezas de tu Biblia se parezcan a la imagen de la caja… pero ese es el problema. No sabemos realmente cómo es la imagen. Tenemos que imaginar cómo era la imagen original.

¿Qué tiene de malo este atajo? En primer lugar, tenemos que pensar en lo que este Gran Sistema, el rompecabezas resuelto, realmente es: es un sistema de pensamiento que presume que sabemos lo que Dios estaba haciendo detrás de la Biblia antes de la Biblia fue escrita, y una vez que tenemos este rompecabezas en la mano tenemos la Biblia resuelta. En algún nivel, esta gente cree que tienen mapeada la mente de Dios. En segundo lugar, este enfoque casi siempre ignora las partes del rompecabezas que no encajan. Por eso en cada grupo religioso cristiano se enfatiza algo verdadero e importante en la Biblia; pero cada uno quita énfasis o incluso ignora algo importante para los otros grupos.

En tercer lugar, es imposible unir las piezas que encontramos en la Biblia en un sistema. Porque la Biblia contiene autores tan diversos como Moisés y David (que casi nunca cita a Moisés), Isaías y Ezequiel, Daniel y Mateo, Juan y Pablo, Pedro y Santiago, así como Hebreos y Lucas. ¿Quién nos dijo que esa era la forma de leer la Biblia? Algunos podrían decir: “Pero la Biblia es una unidad porque Dios está detrás de todo”. Estoy de acuerdo, pero ¿quién dice que nuestro sistema es esa unidad? Nuestra siguiente preocupación podría arrojar algo de luz sobre esta cuestión. En cuarto lugar, el desconcierto pone en duda la Biblia tal y como la tenemos. Después de después de todo Dios, si hubiera querido, podría haber revelado una teología sistemática capítulo por capítulo. Pero Dios no eligió esta forma de revelar su verdad. Lo que Dios eligió fue darnos una historia de Israel y de la Iglesia, y tenemos una serie de autores que cuentan esa historia y que contribuyen de una u otra manera a esa historia a medida que se desarrolla la trama. ¿Cuál es el problema aquí? En una palabra, el dominio. Los que resuelven el rompecabezas creen que tienen la Biblia dominada.

ATAJO 5: Maestros

Muchos leen la Biblia como aprenden de un maestro di cucina. Es decir, van a la Biblia para encontrar al maestro, al über-Rabbi – Jesús – trabajando. Luego, cuando se levantan de su lectura de la Biblia, imitan al Maestro Jesús. “¿Qué haría Jesús?” es la única pregunta que se hacen. El problema aquí es la palabra “sólo”. Es justificable hacer de Jesús el Maestro. Pero sólo pocos somos conscientes de que Jesús ha sido eclipsado por muchos lectores de la Biblia por el Maestro Pablo. 

En este atajo, Jesús es ignorado o abrumado por la forma de pensar de Pablo. Algunos de nosotros crecimos en iglesias donde los patrones de pensamiento, los lentes, la rejilla a través de la cual todo fue filtrado – aunque sea inconscientemente – era el libro de Romanos o la teología de Pablo. Yo soy una de esas personas. Crecí en un mundo paulino y fui a un colegio y estudié la Biblia en un mundo paulino. Incluso cuando nos sumergimos en los Evangelios, especialmente en Navidad y Pascua, utilizamos al Maestro Pablo para informarnos sobre lo que Jesús realmente hacía y decía.

El problema no era Pablo. El problema fue que no me enseñaron a leer la Biblia como una historia y muchos de nosotros no lo fuimos. Yo había sido educado en un mundo que leía toda la Biblia como un rompecabezas resuelto que usaba las categorías del Maestro Pablo para entender todo lo demás en la Biblia. Leer la Biblia a través de los ojos de un maestro nos da un capítulo de la historia de la Biblia. Los lectores de la Biblia como un capítulo desarrollan una vida cristiana de un capítulo.

Soy un candidato a doctor de la Berlin School of Economics. Investigador del grupo "Ética y Economía del Comportamiento" en el WZB Centro de Ciencias Sociales de Berlín. Mis intereses de investigación se encuentran en el campo de la economía experimental y del comportamiento.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *