white and gray brick wall

El boquete en la pared

Un mensaje urgente para nuestra espiritualidad relacionado con el regreso de Jesús

Domingo 14 de marzo. El reloj marcaba las 3 de la mañana. Me encontraba descansando en una habitación del lugar donde me estaba hospedando. Todo iba como de costumbre. Nada fuera de lo habitual. Hasta que unos ruidos fuertes, insistentes y violentos quebraron la calma del sueño. Provenían del baño. Realmente el sonido era acentuado. Inmediatamente me levanté de mi cama, prendí las luces y me dirigí en dirección de los estruendos que ya provocaban en mí un fuerte palpitar. Encendí la luz del baño y terminé de sospechar lo que me había imaginado. Del otro lado de la pared, alguien intentaba realizar una abertura para ingresar a la propiedad. El ruido era producto de los golpes de maza que ya habían creado un boquete en la delgada pared. Me quedé en silencio, estupefacto. No estaba preparado para cosa semejante…

La intensidad del momento vivido e inolvidable, me transportaron a la sabia ilustración que presenta Jesús en su Palabra. El capítulo 24 de San Mateo es muy conocido. El contenido es profético-escatológico. El Maestro presenta las señales del tiempo del fin y de su parousía (venida). Desde el verso 36 aclara que “nadie sabe el día” en que esto ocurrirá. Por eso insta posteriormente a una absoluta vigilancia, atención y preparación para aquel gran momento. Este es el contexto del pasaje relacionado al episodio anteriormente presentado. Nuestro Señor dijo: “Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.” (Mt. 24:43-‬44)‬

Velar: la guardia que me toca

En este espacio, quisiera resaltar dos verbos sumamente importantes en el texto. En primer lugar, tenemos “la solución” que presenta Cristo al “enfriamiento, apatía o “sueño espiritual”. La palabra es velar. Y esto no solamente supone estar despiertos, sino estar activos enfrentando cualquier tipo de somnolencia y distracción que se nos presente. Considero que una de los ruegos más urgentes en nuestro tiempo es decirle al Señor: “Ayúdame a velar”. Pablo manifestó claramente: “…ya es hora de despertaros del sueño; porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos.” (Rom. 13:11)

No sabemos cuándo vendrá lo que venimos predicando y creyendo, pero en esa esperanza e incógnita, corremos el peligro de flaquear, cansarnos. Estar preparados es estar activos. Y, si bien es cierto que la salvación es responsabilidad individual, también somos llamados cada uno de nosotros a ser ese “padre de familia” o administradores. Velemos por nuestros seres queridos, familiares, amigos y hermanos de iglesia. En esta etapa difícil de la humanidad, encomendémonos al Espíritu y seamos creativos buscando diversos métodos para velar y ayudar a velar a nuestro prójimo, siendo cada uno de nosotros de bendición.

Boquetes satánicos

En segundo y último lugar, me gustaría destacar la palabra minar o entrar a la casa. El sentido original de la palabra es excavar, romper una pared e introducirse a una propiedad. ¡Literalmente se está refiriendo a un ladrón que hace un boquete! Esto en principio puede interpretarse como una comparación a la sorpresa de la repentina venida celestial. La misma idea queda registrada en Apocalipsis 3:3 cuando se lee: “…vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti”. En otras palabras, tenemos que estar cautelosos “la gran llegada del ladrón”.

Sin embargo, el texto también permite extraer una última reflexión importante. Y es que cuando hablamos de ladrones y boquetes, también hablamos de un gran peligro que atenta a nuestra espiritualidad: los boquetes satánicos. Sí. Son aquellos que el enemigo crea en nuestro círculo espiritual para ingresar furtivamente a nuestra mente y robarnos nuestra fe y relación con Dios. ¡Cuidado!

Estos boquetes suelen ser disimulados, inadvertidos. Pero llega un momento en que nuestra “casa espiritual” está tan horadada, que cuesta mucho reencausarse. El profeta Isaías ilustra: “…esta iniquidad será para vosotros como muro agrietado a punto de caer, como abultamiento en una pared alta, cuya caída viene de repente, en un instante.” (Isa. 30:13). Otro de nuestros ruegos a Dios seria pedirle que nos haga sensibles a captar cualquier tipo de peligro y a sospechar cualquier boquete. Estos pueden generarse en las “paredes” de nuestros sentidos, nuestras amistades, nuestros intereses, etc.

Conclusión

Sin dudas, la promesa del regreso bendito está a punto de cumplirse. Pero desgraciadamente el enemigo de Dios está actuando hoy más fuerte que nunca. Fortalezcámonos en la esperanza, sin permitir que nadie ajeno al Espíritu se introduzca en nuestros corazones. Aferrémonos a Él. Es momento de eliminar boquetes. Es ahora. Es hoy. Que Dios nos bendiga y acompañe en este proceso. “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” (San. 4:7)

Licenciado en Teologia y escritor freelance. Junto a su hermano gemelo Lautaro (quien es licenciado en Teología y capellán juvenil), mantiene un ministerio en redes y escribe devocionales en YouVersion Bible App.

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