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El pendrive de Pablo

Extrayendo pensamientos sobre algunos conceptos paulinos para la comunidad eclesiástica del siglo XXI

Uno de mis personajes favoritos en la Biblia es el apóstol Pablo. Por eso, cuando leo ciertas porciones, disfruto de las lecciones espirituales y en los detalles literarios de sus epístolas. En este espacio me gustaría compartirte una reflexión referida a la fraternidad, a la comunión eclesiástica y al interés por el prójimo. El pasaje se encuentra en 1 Corintios 11:23-‬29. Leámoslo a continuación…‬‬‬

¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez; y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno?

No pretendo desarrollar aquí el propósito de este planteamiento dentro su epístola. Simplemente mencionar que esta apología nace del deseo de Pablo de poner en evidencia a los falsos profetas o apóstoles, por medio de un claro contraste. Expone una serie de dificultades por las cuales atravesó su apostolado, a fin de mostrar su auténtico servicio a Cristo. Este ministerio atravesó sufrimientos que ni siquiera habían experimentado sus opositores: los falsos maestros.

La lección detrás de los conceptos

En esta perícopa, hay una palabra que se repite continuamente. ¿Te diste cuenta cuál es? ¡Sí! La palabra traducida como “peligro” (en griego es “kindunos“) en el texto original es muy usada. La misma raíz verbal es utilizada en el Nuevo Testamento al referirse a episodios muy graves y de riesgo de muerte.1 ¡Pablo realmente las pasó a todas! Cuando nos ponemos a escudriñar tranquila y detenidamente el texto, podemos llegar a imaginarnos los momentos horribles que formaron parte de su ministerio. Podemos inclusive ponernos en su misma piel. Pero no quería detenerme en este gran relato testimonial. Quiero que observes como sigue el pasaje. Realmente es emocionante.

Después de describir todas las penurias de su periplo, Pablo inmediatamente cambia el “escenario literario”. Deja la “narración de los peligros” para presentar al lector algo más significativo para él. Usa el adverbio “choris” (traducido como “pero, y aparte de esto, y además de esto”) buscando minimizar tal vez lo mencionado anteriormente para enfatizar algo. Y es aquí donde comienza lo llamativo. Presenta su “preocupación por las iglesias”. Pero lo hace una forma muy particular. Analicemos esto.

En principio, para graficar su sentimiento, o mejor dicho su prioridad, utiliza la palabra griega “episustasis“. Esto significa “agolpar, presionar, haber un tumulto, etc.” Veamos ejemplos cotidianos. Cuando estás por llenar con agua un vaso, y está por rebalsar, se produce “episustasis“. En el caso de producirse un embotellamiento vehicular, existe “episustasis“. O al tener una congestión nasal, hay en los pasajes nasales inflamados una “episustasis“. Ya entiendes la idea. Ahora bien, Pablo sufría eso. En lo unico que ocupaba la memoria de su “pendrive” o “disco duro”, era en las iglesias. Y es que era un gran misionero, un pastor con todas las letras.

Esta santa preocupación no solo ocupaba espacio en su mente los fines de semanas, o en el cumpleaños de cierto hermano de iglesia, sino “cada día”. Siempre. ¡Uhh, que testimonio! Pero a la vez cuánto tenemos para prender. En una sociedad tan individualista, estamos acostumbrados a vivir nuestros asuntos. Es real (no hay que negarlo) que muchas veces no tenemos el tiempo para ocuparnos de cada hermano que llega a nuestra mente (o “pendrive”). Ni mucho menos de visitarlos físicamente. Pero conozco una gran manera de encontrarlos, y es a través de la intercesión. Sí, la mejor cura contra cualquier cosa es el corazón que se entrega sinceramente a Dios por el hermano. El célebre teólogo alemán Diectrich Bonhoeffer escribió:

Interceder por otro no significa otra cosa que presentar al hermano ante Dios; verlo bajo la cruz de Jesús como un hombre pobre y pecador que necesita de la gracia. Entonces desaparece todo cuanto me resultaba odioso en él, se me aparece en candor toda su indigencia, en todo su desamparo; su miseria y su pecado me agobian, como si fueron míos; entonces no puedo hacer otra cosa que rezar: «Señor, actúa tú mismo, tú solo, sobre él, según tu justicia y tu bondad». Interceder por otro significa conceder al hermano el mismo derecho que nosotros hemos recibido, a saber: estar delante de Cristo y tener parte en su misericordia.2

Conclusión

Querido lector, todo lo que venimos hablando involucra sin dudas acciones propias de un discipulado genuino. Fuera de esto, estaríamos viviendo un “cristianismo quimérico”, utópico. Es necesario hacernos un replanteamiento de nuestros intereses y prioridades. Pidámosle a Dios crecer en esa santa preocupación, y que al final de cuentas, tengamos nuestro pendrive cargado y saturado por nuestra iglesia. Esta será la única manera de identificar quien es nuestro prójimo y enfocarnos en la misión que Dios nos encomendó: llevar las buenas nuevas de salvación, y llevar el testimonio verdadero. Que Dios nos bendiga en este desafío. ¡A llenar nuestros “pendrives” con lo que realmente importa!

Licenciado en Teologia y escritor freelance. Junto a su hermano gemelo Lautaro (quien es licenciado en Teología y capellán juvenil), mantiene un ministerio en redes y escribe devocionales en YouVersion Bible App.

5 thoughts on “El pendrive de Pablo

  1. Muy interesante la exposición escrita…!!!! Hace mucho tiempo experimente el pensamiento del teólogo alemán. Fue una experiencia maravillosa!!!! Retomare de nuevo dicha experiencia. No es que haya dejado de orar por mi prójimo. NO!!! pero no.lo he hecho con el mismo espíritu!!!!

  2. Querido Pastor Isaias, la verdad que buena explicacion sobre un apostol al cual no lo conocia mas que de oido, y de leer uno que otros versiculos recomendados, pero nada en profundidad como lo leo aqui.
    Esto hace que lea de ahora en mas, con la mente y corazon dispuesto a entender y ponerme en la piel de ese gran servidor de DIOS y del projimo…
    Que aprendizaje, tanto que me acerca mas a DIOS…y me deja claro que palabras sin obras…es nada ante los ojos de mi amado DIOS.
    Gracias por compartir su sabiduria biblica y espiritual con las persona que necesitamos aprender que es lo que DIOS quiere de cada ser humano que el creo.
    DIOS lo siga bendiciendo en sus ministerios, que son de gran bendiciones para todos aquellos que los seguimos ud como al Pr. Lautaro.

  3. De la lectura de éste artículo del joven argentino teólogo y pastor Isaías Rubén Silva, me llamó la atención el uso de las palabras en griego que él plasma para referirse a los avatares por amor a la iglesia del Apóstol San Pablo: kindunos“ (peligro); choris (además de esto); “episustasis“ (haber un tumulto). Dichos vocablos, me conecta con el tema: “La locura de olvidar las lenguas clásicas”, artículo de Juan Cruz publicado por el periódico El País el 6 de marzo. El autor se manifiesta ante el eminente hachazo al latín y griego en el bachillerato, los alumnos reclaman que vuelvan a su currículo estas joyas, pues sin Grecia no seríamos nada. Recordé que el primer lugar donde yo tuve acercamiento al griego fue en mi bachillerato con el nombre de la materia: “Etimologías grecolatinas”, un semestre con la búsqueda de la raíz de las palabras. Sin embargo, los domingos en la Escuela Dominical y en algunos sermones también escuché muchas palabras en griego, pues de alguna manera a los escritores neotestamentarios también los alcanzó Grecia. Los pastores como Isaías podrían a cercanos al griego, si bien es el koiné y no el clásico. Sin embargo, nos aproxima demasiado. El teólogo Isaías al narrar sus textos con términos en griego se convierte en un pilar contra el hachazo griego. Espero que siga usando el griego en el resto de sus artículos.

    Lemuel Reyes Santos de México

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