No lo digo yo, lo dice Dios

¿Les suena familiar esa frase? Cuando los cristianos estamos discutiendo y comparando argumentos, básicamente sobre cualquier tema existente (porque es tan poquito en lo que estamos de acuerdo) vamos soltando nuestras conclusiones poniéndole ese remate de autoridad divina. Pero, ¿cómo podemos estar seguros que las cosas que sacamos de la Biblia no están sesgadas por nuestro punto de vista subjetivo? ¿Cómo podemos saber hasta dónde nuestra propia experiencia afecta nuestra percepción de la fe, de la vida, de la realidad?

En mi episodio editorial de este mes les cuento algunas conclusiones a las que he llegado en la búsqueda de convivir con el hecho de que hay cosas subjetivas que nunca dejarán de serlo y cosas objetivas que definitivamente no se pueden cambiar. El truco, creo yo, está en no tratar de hacer pasar unas por otras y viceversa. ¡Que lo disfruten!

 

Temas en la conversación

  • 00:00 | Introducción
  • 06:12 | ¿Estamos los cristianos de acuerdo en algo?
  • 13:34 | El cambio, la subjetividad y la pluralidad: ejemplos científicos
  • 27:39 | De dónde viene lo que vemos al momento de leer la Biblia
  • 39:13 | Por qué deberíamos cuestionar los dogmas que son incuestionables
  • 43:28 | Las búsquedas más frecuentes de la gente en Google sobre la Biblia
  • 47:32 | Conclusiones

Notas del episodio

Músico, publicista y físico (en ese orden). Desarrollador y administrador del sitio web de TeoCotidiana. Creador del proyecto Cancionero Cristiano. Felizmente casado con Maria Alejandra y felizmente papá de Juan Martín.

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