blue and red abstract painting

Soñé con Dios en medio de la noche fría.
En mi sueño, Dios era un caballero
que vestía de mezclilla.
Minutos después
se transformó en una mujer,
una hermosa dama
con zapatos de charol.

Entonces olvidé las palabras
entre la noche

y el verbo viviente
la transformista se hizo carne
e inició el ritual
con poco maquillaje y estilo minimalista
reveló su esencia.

De su interior brotó la angustia,
una lenta zozobra se apoderó de su rostro,
palideció ella
ante la burla
ante el rechazo
y la condena.

Poco a poco su cuerpo entró en calor,
se sonrojaron sus mejillas,
recordó ¡y en buena hora!
ser una obra de arte,
ser quien es,
una sola carne.

En contrapunto con el silencio,
recitó versos hermosos al viento,
amó sin reparos,
habitó lo visible
e hizo habitable lo invisible.

Desperté de mi sueño.
Y aún conservaba los zapatos de charol.

Ex-misionera, teóloga y docente universitaria.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *